La luna de la Tierra es similar a la Tierra en que tiene una corteza, un manto y un núcleo. La composición de los dos cuerpos es similar, lo que es parte de por qué los científicos piensan que la luna puede haberse formado a partir de un gran impacto de meteorito que rompió un pedazo de la Tierra mientras aún se estaba formando. Los científicos tienen muestras de la superficie, o corteza, de la luna, pero la composición de las capas internas es un misterio. Según lo que sabemos sobre cómo se forman los planetas y las lunas, se cree que el núcleo de la luna está al menos parcialmente fundido y probablemente consiste principalmente en hierro, con algo de azufre y níquel. El núcleo es probablemente pequeño, representando solo el 1-2% de la masa de la luna.
Corteza, Manto y Núcleo
La porción más grande de la luna de la Tierra es el manto. Esta es la capa entre la corteza (la parte que vemos) y el núcleo interno. Se cree que el manto lunar consiste en olivino, ortopiroxeno y clinopiroxeno. La composición del manto es similar a la de la Tierra, pero la luna puede contener un mayor porcentaje de hierro.
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Los científicos tienen muestras de la corteza lunar y toman medidas de las propiedades de la superficie de la luna. La corteza consiste en 43% de oxígeno, 20% de silicio, 19% de magnesio, 10% de hierro, 3% de calcio, 3% de aluminio y trazas de otros elementos, incluidos cromo (0,42%), titanio (0,18%), manganeso (0,12%) y cantidades más pequeñas de uranio, torio, potasio, hidrógeno y otros elementos. Estos elementos forman un revestimiento similar al hormigón llamado regolito. Se han recogido dos tipos de rocas lunares del regolito: plutónico máfico y basalto maría. Ambos son tipos de rocas ignneas, que se formaron a partir de lava fría.
La Atmósfera de la Luna
Aunque es muy delgada, la luna tiene una atmósfera. La composición no se conoce bien, pero se estima que consiste en helio, neón, hidrógeno (H2), argón, neón, metano, amoníaco y dióxido de carbono, con trazas de iones de oxígeno, aluminio, silicio, fósforo, sodio y magnesio. Debido a que las condiciones contrastan bruscamente dependiendo de la hora, la composición durante el día puede ser algo diferente de la atmósfera durante la noche. A pesar de que la luna tiene una atmósfera, es demasiado delgada para respirar e incluye compuestos que no querrías en tus pulmones.
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Más Información
Si está interesado en aprender más sobre la luna y su composición, la hoja informativa lunar de la NASA es un excelente punto de partida. También puede sentir curiosidad por saber cómo huele la luna (no, no como el queso) y la diferencia entre la composición de la Tierra y su luna. A partir de aquí, observe la diferencia entre la composición de la corteza terrestre y los compuestos que se encuentran en la atmósfera.