El sistema olfativo es responsable de nuestro sentido del olfato. Este sentido, también conocido como olfato, es uno de nuestros cinco sentidos principales e implica la detección e identificación de moléculas en el aire.
Una vez detectadas por los órganos sensoriales, las señales nerviosas se envían al cerebro, donde se procesan las señales. Nuestro sentido del olfato está estrechamente relacionado con nuestro sentido del gusto, ya que ambos dependen de la percepción de las moléculas. Es nuestro sentido del olfato el que nos permite detectar los sabores en los alimentos que comemos. El olfato es uno de nuestros sentidos más poderosos. Nuestro sentido del olfato puede encender recuerdos e influir en nuestro estado de ánimo y comportamiento.
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Estructuras del Sistema Olfativo
Nuestro sentido del olfato es un proceso complejo que depende de los órganos sensoriales, los nervios y el cerebro. Las estructuras del sistema olfativo incluyen:
- Nariz: abertura que contiene conductos nasales que permite que el aire exterior fluya hacia la cavidad nasal. También es un componente del sistema respiratorio, humidifica, filtra y calienta el aire dentro de la nariz.
- Cavidad nasalcavidad dividida por el tabique nasal en pasajes izquierdo y derecho. Está revestido de mucosa.
- Epitelio olfativotipo especializado de tejido epitelial en las cavidades nasales que contiene células nerviosas olfativas y células nerviosas receptoras. Estas células envían impulsos al bulbo olfatorio.
- Placa cribriforme: una extensión porosa del hueso etmoidal, que separa la cavidad nasal del cerebro. Las fibras nerviosas olfativas se extienden a través de los orificios en el cribiforme para llegar a los bulbos olfatorios.
- Nervio olfativo: nervio (primer nervio craneal) involucrado en el olfato. Las fibras nerviosas olfativas se extienden desde la membrana mucosa, a través de la placa cribiforme, hasta los bulbos olfatorios.
- Bulbos olfatorios: estructuras en forma de bulbo en el prosencéfalo donde terminan los nervios olfatorios y comienza el tracto olfatorio.
- Tracto olfatoriobanda de fibras nerviosas que se extienden desde cada bulbo olfatorio hasta la corteza olfatoria del cerebro.
- Corteza olfatoria: área de la corteza cerebral que procesa información sobre olores y recibe señales nerviosas de los bulbos olfatorios.
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Nuestro Sentido del Olfato
Nuestro sentido del olfato funciona mediante la detección de olores. El epitelio olfativo ubicado en la nariz contiene millones de receptores químicos que detectan olores. Cuando olfateamos, los químicos en el aire se disuelven en el moco. Las neuronas receptoras de olores en el epitelio olfativo detectan estos olores y envían las señales a los bulbos olfatorios. Estas señales se envían a lo largo de los tractos olfativos a la corteza olfativa del cerebro a través de la transducción sensorial.
La corteza olfativa es vital para el procesamiento y la percepción del olor. Se encuentra en el lóbulo temporal del cerebro, que participa en la organización de la información sensorial. La corteza olfatoria es también un componente del sistema límbico. Este sistema está involucrado en el procesamiento de nuestras emociones, instintos de supervivencia y formación de memoria.
La corteza olfatoria tiene conexiones con otras estructuras del sistema límbico, como la amígdala, el hipocampo y el hipotálamo. La amígdala está involucrada en la formación de respuestas emocionales (particularmente respuestas de miedo) y recuerdos, el hipocampo indexa y almacena recuerdos, y el hipotálamo regula las respuestas emocionales. Es el sistema límbico el que conecta los sentidos, como los olores, con nuestros recuerdos y emociones.
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Sentido del Olfato y Emociones
La conexión entre nuestro sentido del olfato y las emociones es diferente a la de los otros sentidos porque los nervios del sistema olfativo se conectan directamente a las estructuras cerebrales del sistema límbico. Los olores pueden desencadenar emociones positivas y negativas, ya que los aromas están asociados con recuerdos específicos.
Además, los estudios han demostrado que las expresiones emocionales de los demás pueden influir en nuestro sentido olfativo. Esto se debe a la actividad de un área del cerebro conocida como corteza piriforme que se activa antes de la sensación de olor.
La corteza piriforme procesa la información visual y crea la expectativa de que una fragancia particular tendrá un olor agradable o desagradable. Por lo tanto, cuando vemos a una persona con una expresión facial disgustada antes de sentir un olor, existe la expectativa de que el olor sea desagradable. Esta expectativa influye en cómo percibimos el olor.
Vías de Olor
Los olores se detectan a través de dos vías. La primera es la vía ortonasal que involucra olores que se olfatean a través de la nariz. La segunda es la vía retronasal, que es una vía que conecta la parte superior de la garganta con la cavidad nasal. En la vía ortonasal, olores que ingresan a los conductos nasales y son detectados por receptores químicos en la nariz.
La vía retronasal involucra aromas que están contenidos en los alimentos que comemos. A medida que masticamos los alimentos, se liberan olores que viajan a través de la vía retronasal que conecta la garganta con la cavidad nasal. Una vez en la cavidad nasal, estos químicos son detectados por las células receptoras olfativas en la nariz.
Si la vía retronasal se bloquea, los aromas de los alimentos que comemos no pueden llegar a las células detectoras de olores en la nariz. Como tal, los sabores en los alimentos no se pueden detectar. Esto sucede a menudo cuando una persona tiene un resfriado o una infección sinusal.